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Introducción

Las bacterias han convivido con la especie humana a lo largo de la evolución. Sus efectos beneficiosos se compensaban con los perjudiciales aunque la situación resultaba desfavorable para los humanos, porque las infecciones eran la causa más frecuente de muerte.
Con el descubrimiento de los antibióticos y la mejora de las condiciones de vida esta situación comenzó a superarse.
El escocés Alexander Fleming observó, en 1928, la inhibición del crecimiento bacteriano en un cultivo que, casualmente, estaba contaminado por hongos. Dedujo que el hongo producía una sustancia que impedía la vida de la bacteria (un anti bios), un antibiótico, y teniendo en cuenta que ese hongo pertenecía al género penicillium, denominó a la sustancia inhibidora penicilina.​

Sin embargo, hasta 1941, no se comenzó la producción a gran escala de la penicilina. Desde entonces, hasta 1970, se vivió una auténtica "época dorada" de los antibióticos, en la que se investigaron un gran número de compuestos altamente eficaces frente a los patógenos habituales y se desarrollaron la mayoría de las familias de antibióticos que hoy conocemos. El empleo masivo de estas sustancias ha proporcionado resultados espectaculares en el tratamiento de muchas enfermedades. Pero, a diferencia de otros grupos de medicamentos, el uso frecuente y, sobre todo, el abuso han conducido al desarrollo de resistencias bacterianas, lo que repercute no sólo en el paciente tratado sino en toda la comunidad, adquiriendo la relevancia de un problema de salud pública.

¿Qué es un antibiótico?​

Un antibiótico es una sustancia química que actúa sobre las BACTERIAS matándolas o bien impidiendo su crecimiento en nuestro organismo. Por eso, sólo cura las infecciones bacterianas.
¿Qué son las resistencias bacterianas?
Durante bastantes años la utilización de los antibióticos se llevó a cabo de una manera indiscriminada, sin prestar demasiada atención a las indicaciones o a las pautas de administración.
No se tuvo en cuenta que las bacterias son seres vivos, con enorme capacidad de adaptación a circunstancias adversas, ni que podían desarrollar mecanismos de defensa frente a agentes nocivos para su supervivencia como son los antibióticos.
Por un proceso de selección natural sobreviven las que son capaces de resistir al antibiótico, y esta capacidad de resistencia pasa de una generación a otra, desarrollando resistencias bacterianas que hacen que el antibiótico deje de ser eficaz.
En este laboratorio podremos trabajar con distintos antibióticos a la cual probaremos si las bacterias que usaremos serán o no será resistente a ellos.

Elaboración de un antibiograma

Laboratorio Nº5

Laboratorio de Microbiología

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